Gæstebruger
2. december 2023
Las fotos que vi me invitaron a elegir este hotel porque inspiraban confianza, pero hacía mucho, mucho tiempo que no me alojaba en un sitio al que le sobraran tantas estrellas. Voy por partes. 1) HABITACIÓN: Suelo irregular, que parece de losa y cruje como la madera podrida; baño apestoso, grietas en los azulejos, moho y óxido en las juntas, cantidad mínima de sólo jabón de manos; puertas desconchadas, armario minúsculo y con terrible olor a humedad; un pestillo de la puerta del dormitorio de la casa de cualquiera como llave de la puerta de entrada; ni una mísera mesita; un solo enchufe en toda la habitación; tv sin todos los canales en abierto y con el mando medio roto; aire acondicionado peligrosamente posocionado encima del armario que no pudieron rematar porque, si no, no pasarían las aspas del aire; ventanas nada impermeables; cama incómoda, con un colchón de espuma de 12 cm (como los de los sofás cama), y además abombada - yo tengo la espalda delicada y les mandé un mensaje al que nunca contestaron, pidiéndoles una cama con colchón blando, y me levanté totalmente contraída; limpieza justita. Huelga decir que, con esas puertas, cualquiera que salga de su habitación te despierta de un infarto. 2) COMEDOR: comida incomible y con poquísima variedad, que me ha dado dolor de estómago. Sirva de ejemplo que tuve que dejar una ensalada de lechuga y tomate con alcaparras, con la que se habían pasado de sal y vinagre una barbaridad. 3) ASCENSOR: INEXISTENTE. 4) Aparcamiento: no es difícil aparcar, pero se encuentra menos sitio por la tarde. 5) ATENCIÓN AL CLIENTE: un poco fría, pero suficientemente educada... cuando pillas al recepcionista de turno. Por lo menos, me ayudaron a subir la maleta. ... Y no sé si me dejo algo.
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