Hacienda San Patricio

El lugar es muy bonito pero la atención al cliente es muy mala y casi nula. Las habitaciones son super pequeñas y hasta después de reservar te informan que no hay TV. Solo éramos nosotros en el lugar y nos despertaron las voces de las señoritas de servicio platicando (parecía que era fuera de nuestra habitación), no quiero.imagimar cuando el lugar este lleno o haya mascotas.. Prohíben el consumo de alimentos ajenos al establecimiento pero ellos no te brindan el servicio de alimentos a la habitación, alberca o áreas comunes, tienes que ir tu al restaurante cada que quieres consumir algo y a pesar de tener varios meseros disponibles; también el horario es limitado, o sea que no puedes tener hambre o sed después de las 7.30pm. Después del check out no puedes hacer más uso de las instalaciones (como la alberca en la mayoría de los hoteles) y nos informaron que el costo de uso de la misma después de este horario era de 100 pesos por hora (no lo vale, no hay servicio ni nada). La alberca preciosa, el área de "jacuzzi" (por qué no tiene burbuja o hidromasaje) de la alberca es la mejor parte, súper calientita el agua, el resto de la alberca templada o fría (a pesar de poner en todos lados que es climatizada). Por el precio por noche mejor se paga un buen Airbnb o algún hotel con mejor servicio. El desayuno del restaurante del hotel "Don Valente" riquísimo y de precios razonables. La comida y cena no la probamos pero los precios son excesivos. Solo éramos nosotros en el complejo y no nos atendieron bien, no imagino como es cuando está lleno..

La habitación del hotel no se parece en nada a las fotos, la habitación que nos tocó sólo contaba con la cama, dos pequeños burós empotrados a la pared y nada más. No había ningún mueble donde poner las cosas, el baño no tenía tampoco donde poner nada para arreglarse frente al espejo, había que poner todo sobre el lavabo. No es buen lugar para descansar ya que (supongo que es por la forma de los pasillos) se escuchan los ruidos de las demás habitaciones: si los niños gritan, si la gente platica, si alguien llega en la madrugada y toca la puerta, si suena el teléfono de la recepción, todo eso se escucha y no dejan dormir. El restaurante es bueno, pero no tienen servicio a la habitación.