Posada la Celia

Paramos una noche. Muy buena atención de todos. El lugar es muy apacible y tranquilo Se duerme en lo que era el viejo casco de la estancia, el trato es familiar. Se puede decidir qué cenar, el horario y la zona elegida desde la tarde. La comida es exquisita. El desayuno súper abundante. Se puede pasear libremente por los jardines y los viñedos los cuales se encontraban en su esplendor por haber llegado en época de vendimia. Realmente, nos llevamos unos gratos recuerdos del lugar y su gente!

La Celia está muy bien ubicada, principalmente si querés hacer un viaje sin auto, ya que a 2 cuadras (tomando un atajo) tenés el centro de Eugenio Bustos (supermercado, almacenes , etc.) y a 4 cuadras las estación de micros. El viñedo es hermoso y la cena es riquísima. El lugar no cuenta con almuerzo, pero la cercanía con el supermercado y sumado a que ellos te proveen de lo que necesites de utensilios, no se convierte en un problema para la estadía. En cuanto a la pileta deberían incorporar más reposeras, ya que solo cuenta con 2 y luego hay unos sillón que no son muy cómodos para estar un largo tiempo. Es un lugar que brinda mucha intimidad, espacios grandes ideal para descansar, relajar y sólo escuchar pajaritos.