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Very good

La llegada fue genial mi hija tenía fiebre y vomitos y nos ayudaron facilitándonos antes la habitación, pero el turno de la tarde en recepción ya no era tan atento llamamos como 15 veces y no contestaban fui tres veces a pedir una sábanas porque nos dejaron el sofá cama sin sábanas y me decían que ya las llevaban y llegaron a las 12 de la noche con las sábanas pero tuve que ir presencialmente tres veces porque no atienden al teléfono y no porque tuvieran gente no, porque siempre que iba estaba vacía la recepción si no porque pasaban del teléfono directamente porque llamé estando enfrente y estaban hablando entre ellas… tampoco había tapón en la bañera y me dijeron que era por la sequía y ya no hay sequía… así que no sirve de nada tener bañera… y bueno el dia de salida estábamos durmiendo y empezaron a picar a las 9 y estábamos durmiendo y como no contestábamos entraron a la habitación despertándonos un desastre entre que el día anterior nos trajeron las sábanas a las 12 de la noche y nos abren la puerta a las 9 de la mañana relajar lo que se dice relajarse nada!

La comida y las instalaciones estaban bien. Pero la atención y limpieza fue horrible! Nos llevamos muy mala experiencia, incluso pusimos una reclamación. La habitación no estaba lista para entrar… Estaba sucia, con vasos con colillas y bastoncillos usados en el suelo, nos faltaban toallas… Avisamos en recepción y sin ninguna disculpa nos dijeron que pasarían a limpiar, cosa que no hicieron. Tras pasar la noche, volvimos a avisar a recepción y la chica nos miró con cara extraña porque nadie la había avisado, preguntando si estábamos seguros de lo sucedido… Le enseñamos fotos, y mandó a alguien a limpiar. Para nuestra sorpresa, cuando llegamos de pasar el día entero fuera en busca de una ducha, descubrimos que pasamos de tener pocas toallas, a ninguna! Al día siguiente también nos faltaban almohadas! Y pareció que a nadie le importaba nuestras quejas, ya que no recibimos disculpas y ni si quiera nos invitaron ni a un refresco… Pasamos el viaje intentando lidiar con esto, cada día algo nuevo, una chica de recepción se rió cuando hablé con ella por cuarta vez en el viaje de tres días, diciéndome textualmente: “vaya, si no es una cosa es otra”, ni si quiera sé tomaron en serio nuestras quejas.