Gæstebruger
13. marts 2024
Estoy alojada en el hotel, envié a lavar mis camisas y me las devolvieron limpias pero amasadas y sin planchar, parecen tres trapos. Bajé a que me dieran una solución, y la recepcionista me dice que no es problema del hotel, que es un asunto de la lavandería a la que manda el hotel a lavar las cosas. Le pregunto que "cómo pretende el hotel que un pasajero que viene por trabajo y que manda a lavar sus camisas las reciba en ese estado?" y la recepcionista me responde "señora no sea desubicada", y nuevamente que hable con la encargada que va a estar mañana de mañana. Yo tengo que seguir trabajando mañana de mañana, y no tengo una camisa presentable para ponerme. Le pido una plancha a la mucama, quien muy amablemente me trae lo que hay en el hotel, que es una plancha diminuta sin vapor. El hotel me va a cobrar por un trabajo mal hecho y que tengo que terminar yo como puedo con una plancha que parece de juguete. A todo esto agrego, el desayuno es incomible. Los productos que ponen son de la más baja calidad, la mermelada parece un gelatina corrediza sin fruta, las medialunas son incomibles, y hasta ahí probé. Me fui a desayunar al Café Martínez, que por otro lado es a donde te manda la recepcionista que se lava las manos de todo. Hoy pedí agua con gas y me respondió "lo que está disponible es lo que hay en las habitaciones, si quiere otra cosa, puede comprar en el Café Martínez". Vengo todos los años en febrero/marzo por trabajo y me quedo en el Hotel Patagonia, donde nunca tenés un problema, saben tratar a la gente, y si necesitás algo hacen todo lo que pueden para ayudarte, y sin mandás lavar, te devuelven tu ropa impecable y en perchas, no hecha un trapo y en una bolsa como aquí. Esta vez no había disponibilidad y reservé en el Amerian. Nunca más.
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