Hotel Ransol

Desastroso lugar, no parece un hotel más bien un albergue, las habitaciones muy destartaladas y muy poco cuidadas, las ventanas o no.abrem o no cierran, la calefaccion funciona realmente mal, la comida de pésima calidad y cocinada como en un colegio, imposible dormir se oye de todo.

Las colchones necesitan un cambio. Por lo demás bien hotel. El desayuno y la limpieza perfectos. Las habitaciones aunque no muy modernas están bien acondicionadas. El entorno precioso . Lamentablemente no existe mucho aparcamiento en la zona si llegas tarde.

Es un hotel de montaña muy acogedor. Por fuera es precioso, por dentro es un 3 estrellas con muchas posibilidades, pero para pasar un par de noches es perfecto. El desayuno es muy variado, y los empleados que nos atendieron todos muy buenas personas, en especial Benjamin. Gracias

El hotel en si no está mal. Un 3 estrellas del que por el precio no puedes pedir más. Lo bueno, la tranquilidad ya que no pasan coches ni hay ruidos. Lo malo la zona de aparcamiento q es cero y tienes que ir a parking, aunque en Andorra es lo normal. A parte de eso destacar las telarañas que hay en las ventanas, no ya solo en las habitaciones sino también en las que están a pie de calle y que es lo primero que ves cuando llegas. También el lavabo con dimensiones reducidas y anticuadisimo. El wifi solo en zonas comunes aunque tuve suerte y al estar encima de la recepción lo pillaba. A parte de eso bueno, lo dicho no puedes pedir mas....

Impresionante la experiencia en el hotel, hiperlimpio, atención del personal extraordinaria,no habia mucha variedad de comida pero la que había excelente, el hotel muy bien situado, vistas extraordinarias.

Antes de acudir al Hotel estuve leyendo preocupado algunas criticas y aunque no suelo hacerlo, tras nuestra experiencia en el Hotel, me he obligado a escribir esta opinión. Somos un matrimonio con dos niños y hemos pasado cuatro días en el hotel esta semana santa para esquiar un poco. El hotel no nos podía haber parecido mas correcto. Es un hotel familiar, limpio, coqueto, sin grandes lujos, pero mejor de lo que esperabamos ( esto se lo debemos a algunas de las criticas negativas que hemos leido). La comida es un bufet libre pero para lo que suele ser este tipo de alojamientos nos ha parecido correcta. Lo mas destacable el trato de la gente, He hemos vuelto encantados y muy agradecidos, especialmente la chica de recepción y el camarero del comedor. La terraza y zona común tambien nos ha gustado mucho y esta a poco mas de un kilometro del acceso a El Tarter. Lo peor la falta de aparcamiento.... gratis, se entiende, porque bien cerca hay un parking publico. En resumidas cuentas, no es el mejor hotel que hemos estado pero para un plan familiar de esquí o montaña me parece mas que adecuado. Si volvemos a esquiar en Andorra no buscaria otro hotel.