Gæstebruger
7. juli 2025
Elegimos este hotel por formar parte de la red Relais & Châteaux y por su restaurante con estrella Michelin. La cocina está a la altura, pero lamentablemente la experiencia hotelera no lo está. El acceso a las habitaciones es complicado, por caminos con fuertes pendientes, y en ningún momento se ofrece ayuda con las maletas. En un hotel de esta categoría, esto resulta incomprensible. Uno de los huéspedes de nuestro grupo tenía muletas y nos asignaron la habitación “adaptada”, que resultó ser la más alejada y de acceso más difícil de todo el hotel. Da la impresión de que no cumple con los mínimos requisitos de accesibilidad, lo cual es muy preocupante. De nuevo nadie ofreció ayuda . El desayuno, a 30 €, es simplemente ridículo: un café, una tostada y un croissant. Nada de fruta, platos calientes ni opciones saludables. Para tener fruta y más opciones hay que pagar hasta 70€ persona . El personal es amable, pero claramente inexperto. Falta coordinación, profesionalidad y atención al detalle en casi todos los aspectos del servicio. La piscina tampoco cuenta con servicio alguno: no hay posibilidad de pedir ni una bebida, lo que deja una sensación de abandono total. En resumen, se nota que los propietarios saben mucho de restauración —el restaurante destaca—, pero en cuanto a gestión hotelera, el nivel es muy básico y muy lejos de la categoría pretendida. Una pena, porque el entorno y la cocina prometen mucho más de lo que finalmente se recibe.
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