Narbasu Restaurante y Hotel

(Hotel review only, the restaurant might be great.) This is very nice hotel, situated in a beautiful rural setting. It’s not luxury lodging (nothing waiting for you in the room, a tiny shower) but they don’t claim to be. It’s in a beautifully renovated building and a good breakfast (except for the Nespresso coffee) is included. Getting from the hotel to magical (!) Casa Marcial is a bit of pain. Takes 30-40 minutes, including some tiny winding roads. If you plan on drinking, especially at night, you should opt for the 100€ round trip taxi. (Ouch.) I do NOT recommend the attic junior suite 401. The extra space is wasted and the beautiful countryside can only be seen through a small porthole, by standing on a little step. (And you’re guaranteed to smack your head on a beam at least once if you’re on the left side of the bed.) Get a normal room with a view.

I was not aware the hotel is in a hilly area - so when the GPS started guiding us through a narrow winding upwards road I thought we were in the wrong place. It added to the adventure afterwards, and we laugh about it, but I guess just looking at the Google maps I had no idea it was a bit remote. Still the place is beautiful, and we had a great breakfast. Truly delicious and abundant. The thing I did not like was that we asked for 2 beds and they are the tiniest beds I have ever been on. In other hotels in Europe the small beds are small but in this one was hard to fall asleep as I had the feeling I might fall. Still was a very nice experience. I would not stay again in the 2 beds room, but would totally go for the food, and maybe try a room with a double bed.

Fuimos a comer. El marco idílico aunque cuesta llegar por lo que se aconseja llevar el navegador abierto. El comedor con magnificas vistas y un servicio muy profesional. Comimos varios entrantes que nos gustaron y de segundo verdinas con merluza que nos desilusionaron totalmente ya que estaban duras y muy poco ligada la salsa, la verdad es que debimos devolverlas. Y para acompañarlas pedimos también para compartir arroz con pitu que estaba bien elaborado. De postre torrija, correcta. A todos nos extrañó las verdinas porque en Asturias son expertos en ellas al igual que la fabada pero supongo que tuvieron un mal día.

Comimos cuatro personas a la carta, aunque tienen dos menús: clásico y Narbasu a 55€ y 60 respectivamente. Probamos como entrantes: la coliflor en textura con sardinas, la berenjena con escalivada y varé, y el steak tartar de carne, acompañado de pan tostado con algas. Todo muy sabroso y bien de cantidad. Como platos principales: fabada y cabritín que viene con patatas y cuenco de hojas de lechuga. Nos gustó mucho todo. Compartimos dos postres: torrija y arroz con leche. Y como broche : los cafés en la zona del horreo contemplando las vistas. 200€ Atención muy buena y el sitio es precioso. El entorno : la belleza de Asturias en estado puro.Un lujo!

Las raciones son minúsculas y el precio excesivo. Mi recomendación es ir a tomarte un café con la tarta de queso en el jardín para ver el bonito paisaje pero nada más ( mejor llamar antes para saber si se puede) . Queda muy lejos de la entrada desde la carretera así que hay que ir con tiempo y sabiéndolo.

Había oído hablar del Palacio de Rubianes y hoy lo he conocido, un lugar precioso, casi diría que idílico. Por fuera muy señorial y por dentro muy acogedor. He cenado con mi hija y solo puedo dar la enhorabuena por cada uno de los platos que hemos degustado. El trato exquisito y todo el personal super amable . Me ha encantado conocerlo .