Hotel Villa Marrón

Hotel tranquilo con buena ubicación, personal atento. Habitación amplia pero no se entiende lo diminuto que es el baño, no puedes dejar las bolsas de aseo en ningún sitio, y el poco agua que sale de la ducha. También sería interesante mejorar la calidad y variedad del desayuno. Creo que por estas cosas la relación calidad/precio del hotel no es justa. Merece que le den una vuelta

El edificio del hotel es muy bonito y se encuentra en un pequeño pueblo próximo a Llanes. La cama nos resultó algo incómoda. El desayuno era muy básico, aunque se agradece que el zumo fuera natural (tú mismo lo hacías usando un exprimidor eléctrico). Era difícil encontrar a personal en recepción.

Noche espectacular, tranquila y más que agradable. La habitación es muy bonita, pequeñita pero con todo. La cama muy cómoda. Es un sitio tremendamente recomendable, además desayuno completo y todo natural. El personal muy amable y pendiente de todo.

Han sido cuatro dias estupendos. Descanso, hotel con mucho encanto Mucha limpieza Aunque todo nos ha parecido muy bien, quisiera destacar la excelente atencion recibida de todas las presonas que trabajan en el establecimiento

Estuvimos 12 días por Asturias. Los 8 primeros en Luanco y quisimos conocer otra zona de Asturias y reservamos 4 noches en este hotel, viendo las fotos de la página web y hablando con el personal directamente.Al final reservamos una habitación superior por la que pagamos justo el doble de lo que habíamos pagado en Lucano, Pero vimos una habitación muy coqueta con un balcón corrido que nos animó a darnos este capricho. Cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos que no había balcón corrido ninguno además de que quisimos descansar un poco durmiendo la siesta y entre el ruido de la autopista (justo detrás) y el de un corta césped no hubo manera de descansar . Además, la puerta del baño no cerraba, rozaba en el suelo y la ducha estaba asquerosa (adjunto fotos) . El desayuno no estaba mal, pero todos los días lo mismo, de salado jamón de york y queso, no había variedad ninguna, además de tener que exprimirte las naranjas en un exprimidor que tocaba todo el mundo y se ponía del zumo muy sucio. Pagamos 140€ por noche, justo el doble que en el hotel anterior y el capricho que quisimos darnos se convirtió en un cabreo impresionante. Hasta tuvimos que bajar a recepción a pedir jabón, ya que se había gastado en las duchas y no nos lo repusieron.