Gæstebruger
15. oktober 2024
Recomiendo este alojamniento y volvería siempre en cada oportunidad que pudiera. Es un lugar para quienes no buscamos lujos grandes ni hoteles 5 estrellas, sino poder conectar con un espacio auténtico napolitano, tanto en lo que respecta al edificio como a quien lo atiende. Es un lugar acogedor, familiar, en un palazzo del 1700, con techos amplios y espacios grandes. La habitación triple era enorme y muy luminosa. Las instalaciones limpias. Tiene una ubicación perfecta, a 200 metros de la estación Duomo del subterráneo, y a pie de las arterias principales del centro histórico. Tiene además varios supermercados a pocos metros, por lo que se puede comprar algo y después comerlo ahí. El desayuno lo brindan en el café de la esquina, siendo una bebida más algo para comer. Destaco por último a Antonio, quien es encantador y con una disposición impecable, se nota que le gusta ayudar y estar atento a las necesidades de los huéspedes.
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