Gæstebruger
30. juni 2024
Estuve en una cabaña de madera donde la suciedad, la falta de mantenimiento y el ruido de la madera (especialmente molesto por las noches) marcó mi estancia: 1. La cortina de la bañera totalmente enmohecida por abajo, y de lado a lado. Tuvieron que poner una nueva porque aquella suciedad era imposible de quitar ya. 2. La única balda del baño: roñosa. 3. La tapa de la cisterna medio suelta. 4. Migas en el mostrador de la cocina, acompañas de hormigas. Me dieron una trampa de hormigas. 5. Todas las tazas que había dentro de un mueble de la cocina: con trozos de comida pegada. 6. Dos mantas con pelos incrustados (de persona, perro...) 7. En mi cabaña no había cobertura wifi, ni llegaba la señal de televisión. 8. Telarañas dentro de la cabaña, especialmente en el baño. 9. Sofá y cojines sucios. 10. La cabecera de la cama estaba medio clavada y con cada movimiento que hiciera daba golpes en la pared. Tuve que poner un cojín para amortiguar. 11. Los muebles del porche: pegajosos. 12. Miré por la ventana de una cabaña de piedra que estaba cerca de la mia y dentro vi un sofá todo roto. No me hizo falta ver más. 13. Y por último: en el restaurante donde desayuné, comí y cené los tres días, exigían que se pagase en efectivo porque, según me dijeron, no podían cobrar con tarjeta por mala cobertura. Pero al marcharme, cuando fui a liquidar en recepción (pegada al restaurante), me cobraron con datáfono. Cuando se lo comenté al recepcionista no me dio ninguna explicación, solo se calló y me cobró sin problemas de ningún tipo. Por lo demás, los exteriores (césped, etc.) muy bien cuidados. Por lo visto, la apariencia es lo que realmente importa. Pero a mí no, desde luego, y está claro que ni volveré ni aconsejo que se vaya.
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