Casa do Mudo

My wife and I stayed one night whilst touring in Northwest Spain. We used it primarily as a base for visiting an excellent seafood restaurant for lunch (A Lonxa in Burela), and for cycling around the local area on our e-bikes. The house is in a very quiet rural setting with a local village (including a bar) within walking distance (albeit involving a fairly steep hill), and Burela a short drive away. The grounds are beautifully maintained, with plenty of outside space in which to relax. Our room was very large, light & airy. The bed was extremely comfortable. There is ample easy parking within the grounds of the property. We were also able to charge our e-bikes in-situ in the parking area which was convenient. Our hosts were extremely friendly and welcoming, despite us turning up early (so we could unload our bikes for a day's cycling). Our host, Ana, spoke relatively little English but we managed to communicate easily enough with our (limited) Spanish. She was very helpful suggesting some local sights to visit. Despite having had a nice lunch at A Lonxa, we also wanted to try the evening dinner option at the property (advance booking required). There is no menu, but we were treated to a 3 course feast of beautifully home-cooked food. Our (late-ish) lunch, coupled with the enormous portions(!), meant that we struggled to finish everything presented to us, but everything we tried was delicious. We were able to purchase wine to accompany from a winelist. We thoroughly enjoyed our stay at Casa do Mudo, but realised a couple of days later that my wife had left an item behind in the room. We contacted Ana, who could not have been more helpful in locating the item and posting it on to us. We are very grateful for this level of thought and attention! Overall, we cannot recommend this property highly enough. We thoroughly endorse it as a great relaxing base to visit a lovely area, and also recommend taking up the option for dinner (maybe skip lunch on this day though, you won't need it!). Thanks again Ana for all your help...

La casa es más bonita si cabe que en las fotos. Ana, la dueña, fue super atenta y nos ofreció una habitación superior por el mismo precio. Es una persona encantadora y que cuida todo al detalle. El desayuno es contundente y muy variado. Pasamos una estancia maravillosa, en un paraje precioso. Lo recomendamos para cualquiera que desee visitar la fábrica de Sargadelos, el paseo de los enamorados y tomar una copa en el bar-café cultural casacabeira, un lugar donde hacen conciertos los fines de semana y cuyos anfitriones son geniales.

Ana y Manuel han creado un lugar lleno de magia y paz, cuidando cada detalle de la casa y del entorno. Un lugar donde desconectar de todo y sentirte en armonía. Los desayunos son espectaculares con la repostería de Ana y por supuesto las tostadas que nos hacía Manuel cada mañana, sin olvidarnos de las cenas que prepara con todo detalle. Gracias por cuidarnos y hacernos sentir como en casa. Ya os echamos de menos!!!

Mi pareja y yo hemos estado 6 días. El entorno es excelente y muy tranquilo. La ubicación es ideal para moverse por toda la costa de Lugo. La casa, y la habitación son perfectas. Un lujo. Ana, Manuel, Patricia y El pecas te hacen la vida muy agradable y su servicio hace que tú estancia sea como estar con los amigos gallegos. Recomiendo las cenas, tienes que decirlo por la mañana para que Manuel haga la compra. La hace a diario y busca lo mejor. El desayuno con las tortitas y los bizcochos de Ana, en el porche, decidiendo el plan del día es un lujo. Espero volver a verlos pronto.

Hotel rural pequeño y confortable, ambiente muy familiar, los propietarios muy amables y atentos en todo. La cocina de Manuel espectacular, merece la pena tanto el desayuno como las cenas caseras, todo muy rico y contundente. Muy bien decorado, habitaciones muy bonitas con espacio suficiente, todo muy limpio. Zonas comunes muy cuidadas en las que apetece pasar el rato Zona para rutas de senderismo por los alrededores y cerca de enclaves turísticos como Playa de las Catedrales. Conclusión: imprescindible, sin duda repetiremos.

Que maravilla! Ana y Manuel son unos anfitriones excepcionales. Muy amables te hacen sentir como en casa. El alojamiento es precioso y están cuidados todos los detalles. Muy buena limpieza. El entorno rural todo tranquilidad. Muy buen desayuno. Aconsejamos la cena, que es menú cerrado pero está todo tan bueno que da lo mismo lo que te pongan. Absolutamente recomendable. Ana, Manuel, muchas gracias por estos dos días. Sin duda volveremos pronto.