Apart Hotel Las Cherelas

Me encuentro alojado actualmente en Las Cherelas y, siendo las 00:30 am, resulta imposible descansar. Los huéspedes que se alojan justo debajo de nuestra suite tienen música a todo volumen mediante un parlante, lo que genera un ruido constante e insoportable que impide conciliar el sueño. Intentamos acudir a recepción, pero no había nadie disponible. El único personal presente es un guardia mayor, quien únicamente se atrevió a pedir que bajaran el volumen, pero fue completamente ignorado. El hotel no puede dejar a sus huéspedes sin un responsable real durante la noche. Cabe recordar que, según el Reglamento Interno del establecimiento (punto 3), “no se permiten reuniones en las habitaciones y el volumen debe ser moderado para no perturbar la tranquilidad de otros huéspedes”. Esta norma no solo se está incumpliendo, sino que no hay nadie que la haga respetar. Lo más grave no es solo el ruido, sino la ausencia total de supervisión o personal capacitado a estas horas. Esto no solo genera incomodidad, sino también una sensación de inseguridad: cualquier persona podría ingresar desde la playa sin que nadie lo note. Elegimos Las Cherelas precisamente por las normas que aseguraban descanso y tranquilidad. Sin embargo, la experiencia está siendo profundamente decepcionante, más aún considerando el alto valor de la habitación. Solicito una respuesta formal, junto con medidas claras y urgentes para resolver esta situación y garantizar que no se repita ni con nosotros ni con otros huéspedes.

No me hospedé pero vamos a comer regularmente al restaurante. La comida es muy rica con su toque de autor, sin embargo la última vez que fuimos la comida no estuvo excelente. Los langostinos de la salsa de los ravioles parecían que estuvieron congelados. La leche de tigre estuvo rica pero un toque ácida. El filete con quesos estuvo rico y la limonada excelente. Lamentablemente no nos permitieron usar la piscina. Otras veces hemos ido a tomar tragos y también son ricos. Los precios están buenos.