Gæstebruger
19. maj 2024
Todo lo que pueda decir de positivo de este hotel sería poco. Ante todo quiero dar las gracias a Tamara, a su padre y a María. Todos ellos han hecho de nuestra estancia una experiencia maravillosa, delicada, llena de amabilidad, y todo ello con una gran profesionalidad que no recuerdo en todos los años de viajes por muchos países que he tenido la suerte de realizar. Desde el primer momento de la llegada hasta nuestra despedida el trato ha sido increíblemente cercano y con mucho cariño. El hotel es pequeño y de gestión familiar. El diseño del mismo es sencillo pero con muchísimo buen gusto. La tranquilidad y el descanso están asegurados. La cama es comodísima. El desayuno es personalizado, artesano, variado y de mucha calidad, se nota el amor que ponen en ello. La ubicación es perfecta para visitar la zona (la bella playa de las catedrales es indispensable visitarla). No puedo recomendar lo suficiente este hotel.... Enhorabuena Tamara y familia. Un abrazo enorme de José Ramón y Ángel. Mucha suerte 🍀
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