Freddy R
20. maj 2025
Lo bueno merece ser compartido y replicado. Durante mi estancia, aprecié mucho la atención de todo el personal, salvo por quienes trabajaban en la recepción. El desayuno fue variado y delicioso, y la ubicación del hotel resultó bastante estratégica. Sin embargo, hubo aspectos negativos a considerar. Las instalaciones son muy anticuadas, con muebles en recepción visiblemente desgastados. Además, me cobraron el 19% de impuestos por la habitación, a pesar de que indiqué que no resido en Colombia y que tributo en otro país. En recepción, un joven me solicitó la cédula y me aseguró que debía pagar el impuesto. Le expliqué que acababa de llegar de viaje y que en hoteles previos, tanto en Cartagena como en Santa Marta, me habían exonerado. Aun así, realizó el cobro. Al día siguiente, comenté la situación con otra persona en recepción, quien afirmó que la única forma de ser exonerado era renunciando a mi nacionalidad, lo cual consideré totalmente inaceptable. ¿Cómo era posible que, teniendo el sello de entrada en mi pasaporte y credenciales de residencia en otro país, me obligaran a pagar impuestos como residente colombiano cuando solo estaba de visita? Otro empleado, aparentemente el gerente, me sugirió solicitar la factura al momento del check-out y tramitar la devolución en el aeropuerto. Le expliqué que ese procedimiento no funciona así, pero para evitar una discusión más larga, acepté la situación. El día de mi salida, pedí la factura, pero me informaron que la enviaban por correo en un plazo de 48 horas. Les mencioné que la necesitaba para gestionar la devolución en el aeropuerto, pero recibí una negativa. Es sorprendente, porque he visitado numerosos lugares en Colombia, y esto solo me ha sucedido en Barranquilla. No por ello dejaré de visitar ni recomendar la ciudad, pero este hotel definitivamente no lo recomiendo
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